Hay ocasiones, contadas ocasiones, en las que la vida te da una grata sorpresa y te hace coincidir con una persona que llegará a ser importante en tu vida, he tenido la suerte de haber tenido esa ... porque no llamarlo... bendición, no fueron mas de tres personas, pero todas ellas llegaron a decir cosas que se me quedaron marcadas en el alma, como tatuadas, indelebles, ni el paso del tiempo hace mellas en ellas, estan ahi con la intención de recordarme, que hubo una vez en la que fui algo para alguien, una vez que aunque pasó, el feliz recuerdo aun continúa, no hace mucho tiempo me recitaron algo de un genio llamado Neruda:
Estoy hambriento de tu risa resbalada,
Quiero comer el rayo quemado en tu hermosura,
Y hambriento vengo y voy olfateando el crepúsculo
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No hubo ningún genio tras esta frase, pero creo que un día, a una persona de esas que hablas que llegan al alma y puedes contar por ocasiones le dije lo más sincero, y según creo la frase más hermosa que he podido decir sin pensarla dos veces pero que de igual modo se me quedó grabada: "no te doy la mano para ayudarte, sino para que vueles conmigo".
Y se me quedó "tatuada" porque no sabía cómo expresarme, qué palabras ordenarían mis pensamientos para trasmitirle todo lo que yo le deseaba.
Entonces, y sólo entonces, entendí que esa persona de algún modo era importante para mí. ¿En qué plano? No lo sé, vivo "aquí y ahora" (hit et hac"), y no tengo pretensiones mayores de las que pueda tener cualquier hombre que entiende que la felicidad, en su momento de mayor auge siempre está amenazada por la fugacidad del tiempo, por Tánatos. Pero que en esa personificación del mítico Tánatos por la que hoy día vivimos tan apresuradamente, hay "espacio" para todo, en su brevedad, tal vez, pero es que felicidad sólo es breve sino se contiene en la caja de Pandora la esperanza. ¿Por qué está considerada la esperanza como uno de los males de la humanidad? (ya que esta también estaba incluida en la caja de Pandora como uno de los males) Porque el hombre que vive de esperanzas también padece el mal. Igual que en la felicidad, esperanza se ha de dar en dosis breves, o mínimas para no reiterar lo dicho.
Es decir, uno puede ser feliz a lo largo de su vida conteniendo o albergando una mínima esperanza en el mañana, pero viviendo en el presente que la felicidad se da en las miradas ajenas, aunque estén tristes y nos traigan recuerdos o historias de sus vidas. ¿Acaso lo triste no puede tener belleza? Que se nos aflija "el alma" no es más que la embriaguez de cierta belleza que de tanta "luz" nos deleita de una forma distinta al goce o a la alegría.
Por éso, vengo a decirme, que todo tiene su "belleza" pero no todos saben apreciarla... o eso dijo Confucio.
Para que ésto no parezca un ensayo, mejor termino ya. Pero como seguramente no has llegado hasta aquí del aburrimiento (me expreso ¡fatal!) te diré que eres una persona con las que merece la pena contar con la mano.
E.S.de P.
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